«Esta sobresaliente colecci n de relatos muestra el poder y el alcance de uno de los mejores escritores del siglo pasado. Historias de amor y miseria, que incluyen obras maestras como "El nadador" o "Adi s, hermano" y que fechan de su salida del ej rcito al final de la Segunda Guerra Mundial. --The Guardian Los cuentos de John Cheever son el gran testimonio literario de la clase media estadounidense de los a os cincuenta y sesenta. Conocido como «el Ch jov norteamericano , fue el gran cronista de ese territorio casi mitol gico de las zonas residenciales a las afueras de las grandes ciudades, con sus fiestas de c ctel y piscina, sus despertares de peri dico en la puerta, sombrero, malet n y beso a los ni os, tardes con cuartetos de Benny Goodman en la radio y noches enteras anhelando una vida distinta. Cheever convirti con maestr a ese espejismo de xito y felicidad...
«Esta sobresaliente colecci n de relatos muestra el poder y el alcance de uno de los mejores escritores del siglo pasado. Historias de amor y miseria, que incluyen obras maestras como "El nadador" o "Adi s, hermano" y que fechan de su salida del ej rcito al final de la Segunda Guerra Mundial. --The Guardian
Los cuentos de John Cheever son el gran testimonio literario de la clase media estadounidense de los a os cincuenta y sesenta. Conocido como «el Ch jov norteamericano , fue el gran cronista de ese territorio casi mitol gico de las zonas residenciales a las afueras de las grandes ciudades, con sus fiestas de c ctel y piscina, sus despertares de peri dico en la puerta, sombrero, malet n y beso a los ni os, tardes con cuartetos de Benny Goodman en la radio y noches enteras anhelando una vida distinta. Cheever convirti con maestr a ese espejismo de xito y felicidad en el escenario de glorias y penas de familias que, entre la frustraci n, el deseo y el tedio, conforman un retrato incomparable del alma humana que transciende cualquier poca o pa s.
Esta edici n incluye un ep logo de Rodrigo Fres n y mantiene la selecci n del propio Cheever, merecedora tras su publicaci n en 1978 del Premio Pulitzer y el National Book Critics Circle. Recorriendo una trayectoria de casi tres d cadas, contiene relatos tan emblem ticos como «El nadador , retrato on rico de un hombre a la deriva, o «El marido rural , novela en miniatura seg n Nabokov cuyo protagonista sobrevive a un accidente de avi n y vuelve a casa ante la indiferencia total de su familia.
Cheever, que luch toda su vida contra la adicci n al alcohol y contra una bisexualidad reprimida, demostr conocer a la perfecci n los estragos que causan las pasiones m s ocultas cuando explotan sin apenas ruido. En plena oscuridad supo encontrar destellos en las existencias m s apagadas, d biles rayos de luz que en sus manos acababan alumbrando una vida entera.
ENGLISH DESCRIPTION
John Cheever's short stories are the great literary testimony of the American middle class of the nineteen fifties and sixties. Known as "the American Chekov," he was the grand chronicler of this almost mythological territory of the residential landscape on the outskirts of big cities, with their cocktail and pool parties, their mornings of newspapers by the door, hats, briefcases, and kissing the kids goodbye, afternoons with Benny Goodman on the radio, and entire evenings yearning for a different life. Cheever was a master in turning this mirage of success and happiness into the stage of family joy and grief that, in the midst of frustration, desire, and boredom, make up an incomparable portrait of the human soul that transcends any time or nation.
This edition includes Rodrigo Fres n's epilogue, and keeps Cheever's own selection, worthy of a Pulitzer Prize in 1978 and the National Book Critics Circle. Spanning almost three decades, it includes emblematic tales, such as "The Narrator," the oneiric portrait of a lost man, or "The Rural Husband," miniature novel according to Nabokov, the protagonist of which survives a plane crash and returns home to the absolute indifference of his family.
Cheever, who struggled his entire life with alcoholism and a repressed bisexuality, proved to know perfectly how the most intimate passions wreak havoc when they burst with little noise. In the dark he knew how to find glimmers of light in the most quenched existence, weak luminous streaks that in his hand brightened a life.